La Mirilla: Una sonrisa difícil de olvidar | Ideal

2022-07-01 21:28:09 By : Mr. Stephen Meng

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Acto de jubilación deJorge Infantes, comisario jefe provincial de la Policía Nacional.. / pepe marín

Lo contaba en septiembre de 2017. Jorge Infantes tomaba posesión como nuevo comisario jefe provincial de la Policía Nacional. Nos conocíamos entonces, y a partir de ese momento, su cariño y su sonrisa me han acompañado en cuantos actos nos hemos encontrado. «Si estás aquí, es importante», me decía siempre. Y por eso estuve –estuvo IDEAL– en un día inolvidable para el protagonista de esta Mirilla.

Porque Jorge Infantes se ha jubilado, algo que no siempre es fácil cuando el cuerpo y la mente están en pleno rendimiento, y cuando se dejan atrás casi 44 de impecable servicio a la sociedad. Lo hablaba con su mujer, Juana María Martínez con la que ha vivido esta intensa etapa profesional que, no por menos dura, ha sido muy satisfactoria para Jorge que, me recordaba, pertenece a la primera promoción de la democracia, aquella en la que ya se compartía escuela con mujeres. Me hablaba de sus hijos Jorge y Carlos, ambos fuera de España y de su nieta. Poder compartir con ellos más tiempo, lejos de las obligaciones, le mitigaran el pesar –estaba muy emocionado– de dejar su uniforme aparcado. Porque en el corazón siempre lo llevará. El jefe superior de Andalucía Oriental, José Miguel Amaya me adelantaba que, en sus palabras, no sólo se iba a felicitar de haber tenido a un gran profesional, sino que iba también a intentar aliviar esa añoranza que Jorge sentía en el momento del ¡hasta luego!

Atrás quedan sus vivencias en Tenerife, su primer destino, Rota, Madrid, Algeciras y esta Granada a la que ha hecho suya. Y nosotros lo hemos adoptado, como quedó claro en la amplia asistencia al almuerzo homenaje que tuvo lugar en la Huerta del Sello. Allí estaban, además del jefe –que estuvo acompañado de su mujer Yolanda Mosquera–, los provinciales de Málaga, Enrique Baena; y de Jaén, Adriano Rubio, y muchos compañeros de ayer y de siempre, como Florencio Pérez, Manuel Robles, José Cano, Juan Pérez o Miguel Nestares al que me encantó, de forma especial, darle un abrazo. No puedo nombrarles a todos, pero de la capacidad de convocatoria del nombre de Jorge Infantes, da fe que estuvieron desde la subdelegada del Gobierno de España, Inmaculada López, al teniente general jefe del Madoc, Jerónimo de Gregorio; la fiscal jefe del TSJA, Ana Tárrago o el presidente de la Audiencia Provincial, José Luis López Fuentes. Y estaban los coroneles responsables de la Comandancia de la Guardia Civil, Francisco García; el jefe de la Base Aérea, José Molino y el subdelegado de Defensa, Federico González-Vico. Otros asistentes fueron Javier Cerrato, Juan Virseda, Pedro Simarro o José Antonio Moreno, además de Juan de Dios Piedra, José Ignacio Sánchez, Victoriano Martínez, Enrique Lamelas, Carlos Altea, Esther Martín, José Luis Delgado o José Villar.

Me reencontré con Maite Araluce, presidenta de la Asociación de Víctimas del Terrorismo, que compartió mesa con Julián Torres, Pilar González, Leandro Cabrera, Antonio Mir, Francisco José González-Méndez y Alberto del Águila. Estuve saludando a Eleuterio Gutiérrez, Fernando Ortega, Eliberto Ramos, José Cruz, José Andrés Vidal, Clemen Álvarez, Silvia Tortosa –y al resto del equipo de la Jefatura, que siempre nos dan todas las facilidades para trabajar a gusto–, Manuel Navajas, Trinitario Betoret y Sara Catalá, Antonio González, de la Federación de Hostelería y Sergio Cuevas, de Asisa. Me quedo con algunos en el tintero. Discúlpenme, quiero que estas últimas líneas sean para decirle gracias a Jorge Infantes. Una sonrisa y más en los tiempos que corren, es un valor en alza que él siempre ha sabido potenciar. Eso, y el buen trabajo harán que para siempre esté en nuestro corazón.